miércoles, 27 de junio de 2012

Bonnie Prince Charlie

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La Batalla de Culloden (16 de abril de 1746) fue el choque final entre Jacobitas y partidarios de la Casa de Hanóver durante el levantamiento jacobita de 1745. Fue la última batalla librada en suelo británico hasta la fecha, y supuso para la causa jacobita, que defendía la restauración de la Casa de Estuardo en el trono británico, la derrota definitiva de la que nunca se recuperó. Los Jacobitas, en su mayoría escoceses de las Highlands, apoyaban las pretensiones al trono de Carlos Eduardo Estuardo (conocido como Bonnie Prince Charlie o El joven pretendiente), hijo de Jacobo III. Se les oponía el ejército británico, liderado por el Príncipe Guillermo Augusto, duque de Cumberland, hijo menor de Jorge II, miembro de la Casa de Hanóver. Tras la batalla, la crueldad británica le valió a su general el apodo de "Cumberland el Carnicero". Carlos Estuardo huyó de Gran Bretaña y vivió en el exilio hasta que acabó sus días en Roma, completamente alcoholizado, y sin volver a intentar nunca hacerse con el trono. Las represalias civiles fueron también severas. Se promulgaron leyes para erradicar el sistema feudal de clanes en Escocia, e incluso las gaitas y la vestimenta tradicional de la zona fueron declaradas ilegales. (Wikipedia)




El último Estuardo

En julio de 1745 Carlos dirigió una expedición que tuvo el mayor impacto en la política británica que cualquier otra realizada en favor de los Estuardo, desembarcando en Escocia y formando un ejército bastante numeroso para iniciar el levantamiento jacobita más poderoso de los realizados hasta la fecha; con base de sus tropas en las highlanders escoceses, Carlos pudo controlar casi todas las zonas rurales de Escocia y en otoño de 1745 incluso tomó Edimburgo tras derrotar a las guarniciones locales fieles a la Casa de Hannover. Luego de ello las tropas jacobitas avanzaron hacia Inglaterra en noviembre, tomando Carlisle y Mánchester, adelantándose hasta Derbyshire y logrando acercarse peligrosamente a la misma Londres, pero allí Carlos pudo constatar que el apoyo popular a la causa de los Estuardo era mucho menor al mencionado por sus informantes en Francia, lo cual le forzó a retroceder a Escocia a inicios del año siguiente, donde sus tropas ya habían tomado Glasgow en diciembre de 1745. El auxilio naval prometido por Luis XV tampoco se hizo efectivo, en tanto el mal clima forzó a la flota francesa a retirarse. Aunque sus seguidores estaban mejor armados y disciplinados, Carlos no mostró gran pericia militar pues forzó un enfrentamiento a campo abierto entre sus fuerzas y las tropas reales enviadas por el monarca Jorge II, quienes le vencieron definitivamente en la Batalla de Culloden en abril de 1746. Tras esta derrota decisiva Carlos debió huir durante meses, ocultándose en casas de sus partidarios. Fue finalmente hospedado en Moy Hall por Lady Anne Farquharson-MacKintosh, una joven simpatizante de los Estuardo quien le ayudó a huir de Gran Bretaña tras cinco meses de fugas y escondites, en esa ocasión fue ayudado en su "lucha" por recuperar el trono británico por uno de los jefes higlanders más valientes y arrojados de su época, Alexander Cameron. El fracaso de esta revuelta terminó con las esperanzas de los Estuardo para volver al trono británico, pues esta clase de revueltas no volvieron a repetirse. (Wikipedia)

Hay una preciosa película de 1948, codirigida por Anthony Kimmins y Alexander Korda, con David Niven interpretando al joven pretendiente, llamada así: Bonnie Prince Charlie, que se tradujo en España como: El último Estuardo (IMDb), y en ella una canción: The Skye boat song, que podéis oír a continuación.



The song tells how Charles escaped in a small boat, with the aid of Flora MacDonald, disguised as a serving maid. The song is a traditional expression of Jacobitism and its story has also entered Scotland as a national legend. (Wikipedia)

Imagen: Flag of Prince Charles Edward Stuart during the Second Jacobite Rebellion (1745-46)

jueves, 21 de junio de 2012

Mulholland Falls

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Fotograma de Mulholland Falls (La brigada del sombrero) 1996

Antes de seguir leyendo: Si no has visto la película y no te gusta que te la cuenten, esta reseña podría contener datos que te molestara encontrar. Seguramente saberlos le quitaría suspense a la intriga y por eso hago la advertencia.

Se podría decir, como su nombre lleva implícito (el despeñadero de Mullholland), que es ésta una película sobre caídas. En una primera secuencia, pero no la última de las varias caídas que tendremos ocasión de ver, los cuatro miembros de la brigada del sombrero (un comando policial que actúa al margen de la ley pero directamente dependiente del director de la policía de Los Ángeles) llevan hasta ese despeñadero a un recién llegado mafioso de Chicago para dejarle suficientemente claro que no es bien recibido en la ciudad. 

Tan espectacular o más que la primera caída es la segunda, el cuerpo de una mujer brutalmente aplastado por una fuerza sobrehumana yace en medio de un descampado. La voluptuosa y sensual Jennifer Connelly ha sido asesinada al estilo de como lo hacían los militares argentinos o uruguayos, pero en este caso la victima ha aterrizado en tierra firme. Tras la investigación se descubre que el ejército está detrás del asunto. Más caídas son las de un alto cargo militar involucrado en el desarrollo de la bomba atómica y que habiendo sido victima de su propia actividad ha desarrollando cáncer y se está muriendo, la de la propia bomba atómica de la que solo podemos ver la huella de su cráter, la de un segundo intento de asesinato desde el mismo avión militar de antes pero con igual trágico desenlace, y por último, la caída en desgracia del matrimonio del protagonista y la de la propia brigada del sombrero.

En este film hay la ausencia de "el bueno de la película" ya que dentro de su contexto casi todos los personajes son malos, algunos incluso muy malos, pero son vistos por el razonamiento argumental y por el espectador, como unos malos aceptables, o quizás sea esa la razón donde se halle el ingrediente secreto del encanto de esta película, ya que como antes mencioné en ella todo cae y eso es lo que satisface. 

Por último he de añadir que lo desconozco todo sobre el director, pero si algo caracteriza a "los grandes" es convertir cada plano en un deleite y a cada actor en una estrella rutilante, y ése es exactamente el caso de esta película.



¿Quieres saber más?

Ficha técnica y críticas: filmaffinity
Sobre la banda sonora: BSOSpirit





miércoles, 13 de junio de 2012

Erotismo de época en tres videoclips

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Joséphine Baker







Raquel Welch







Madonna




martes, 5 de junio de 2012

Religare

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Aunque hay discusión al respecto, creo que es acertado decir que la palabra "religión" viene del latín religio y éste del verbo religare, formado de re (de nuevo) y ligare (ligar o amarrar). Por cierto que la palabra "yoga" también tiene parecido significado: colocar el yugo (a dos bueyes, para unirlos).

La anunciación (1430-1432) de Fra Angélico (Museo del Prado, Madrid)

Yo me considero una persona religiosa pero atea. Con ésto quiero decir que aunque comprendo y comparto, a mi manera, los temas religiosos, no creo que los mitos sean relatos de hechos reales sino solamente simbólicos.

Dios es el creador, el todo, la realidad. Tengo personas muy cercanas que opinan que la vida y el mundo son un hatajo de circunstancias caóticas, azarosas y carentes del más mínimo sentido de lo moral, y que por extensión si existiese algún dios, éste habría realizado un mundo perfectamente inmoral.

Para explicar el mundo, religiones y filosofías han considerado el problema de los opuestos y cómo armonizarlos. El bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo sagrado y lo profano, la virtud y el pecado.

El esquema cristiano es más o menos como sigue: El hombre debe decidirse por tomar el camino del bien, el diablo tratará de confundirnos y el espíritu santo de orientarnos. Ceder a las tentaciones del demonio u optar por el camino de la rectitud es la diferencia entre salvarnos o condenarnos.

La gran baza que tiene el demonio consiste en hacernos creer que el mundo es una competición donde ganará el más despiadado, el objetivo no puede ser otro que el de satisfacer nuestras necesidades más básicas y viscerales, instintivas. Comer o ser comido, reproducirse y perpetuarse o no hacerlo y extinguirse.

Pero eso, aún siendo una perversidad no deja de ser una verdad, aunque una verdad a medias. El sentido virtuoso no puede ser el de ganar a cualquier precio en la competición por los recursos. Es necesario pues sublimar y convertir la violencia de la vida en un acto amoroso.

Para la doctrina upanishádica, todo lo que sucede está constantemente cambiando, siguiendo un ciclo que se repite. En ese ciclo, cada ser persigue realizar su dharma, aquello para lo que está hecho. El dharma del agua es fluir; el del fuego, quemar; el del pez es nadar; el del ave, volar. El dharma del ser humano consiste en alcanzar la salvación y unirse a la divinidad. (Wikipedia)


Alfredo Zitarrosa - Doña Soledad