jueves, 24 de junio de 2010

Contra el dolor del mundo (cuento místico-erótico)

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Juntaron sus bocas húmedas y comenzaron a encenderse, él la abrazaba dulcemente, ella buscaba el tacto de sus genitales, los encontró y los removió con suavidad, luego, se separó deslizándose hacia abajo, ahora estaba frente a su masculinidad, la observaba y la manipulaba con delicadeza. Esa anatomía de su amado la atraía con una fuerza misteriosa. Él la observaba con los ojos cerrados. Ella comenzó a tener una ensoñación. Veía una granada de pulpa muy roja, luego, un elefante engalanado, luego, un pájaro amarillo, luego, las cuentas de un collar… las imágenes se sucedían, el universo entero era diversidad de formas y colores, y allí estaba ella, junto al atributo de su amante. Luego, la ensoñación se diluyó, entonces maniobró para situarse encima de él, sujetó el miembro con una mano, y se sentó contra su cuerpo, mientras el falo se abría camino dentro de su vagina. Repitió ese movimiento cinco, seis, siete veces, y se detuvo. Él permanecía acostado, pasivo. Ella sentada encima, ahora inmóvil. Se cogieron de las manos y reposaron… mas luego, comenzaron a danzar, a abrazarse, a besarse, a formar figuras imposibles… se agitaban, se detenían, se calmaban, y volvían a girar… el amor lo inundaba todo… dejaron de ser dos… dejaron siquiera de ser cuerpos… ya no había imágenes del mundo… ya no había luz… ni oscuridad.





8 comentarios:

Dante Bertini dijo...

...y después el éxtasis, un segundo, o diez, y el regreso a la impasible monotonía diaria...
un saludo, Átman

Ātman dijo...

Hola Dante, el cuento está inspirado en la filosofía hindú que dice más o menos que en el mundo todo es dolor porque nos olvidamos del espíritu a quién tenemos prisionero, y que con la unión sagrada de los opuestos (sexual en el tantrismo), el materialismo se diluye y el ser humano se libera de eso que tú dices, del encadenamiento sin fin de deseo, placer, dolor. ¡Ah! y para que sea un ritual sagrado y no un simple acto sexual, debe haber retención del semen… concentración, meditación y éntasis… amor y espiritualidad…

Patricia dijo...

la joya en el loto...
precioso cuento, me encantó pasar por aquí!!
un abrazo.

Ātman dijo...

Gracias, Patricia. Amor sagrado y sexo como acto liberador de las pasiones. Otro abrazo para ti.

Vanbrugh dijo...

No estoy muy seguro de estar de acuerdo en que a un simple acto sexual le haga ninguna falta ser un ritual sagrado,suponiendo que "ritual sagrado" quiera decir algo específico, y no sea simplemente, como yo tiendo a pensar, una valoración subjetiva y emocional.

En cualquier caso lo que seguro que no entiendo es qué añade al simple acto sexual, -ni qué relación tiene, por tanto, con que pueda considerársele "ritual sagrado", signifique esto lo que signifique- la retención del semen, hágase esto como se haga.

Me temo que soy un poco negado para estas cosas de la espiritualidad oriental.

El cuento no está mal, pero lo encuentro... un poco ambiguo. Le falta erotismo en el tratamiento para ser verdaderamente erótico, o le sobra en la temática para no serlo, no sé si me explico.

Un saludo cordial. (Siento ser tan aguafiestas).

Ātman dijo...

De aguafiestas nada, tu presencia es siempre una alegría, y no es adular por adular, lo digo sinceramente. En cuanto a tu desconcierto, lo veo de lo más normal (a mí también me desconcierta), y es que entender las ideas orientales no es nada fácil. Ellos opinan que la realidad es producto de nuestra actividad psicomental, que todo es ilusión (maya), y buscan mediante técnicas sagradas (yoga) deshacer el equívoco, detener el encadenamiento de los deseos, desapegarse del mundo de la materia para liberar al espíritu, con un objetivo bastante ambicioso: conseguir la iluminación (samadhi). Yo como actualmente practico el yoga estoy algo más próximo a esos conceptos, y como el tema me interesa, es posible que siga escribiendo sobre ello, veremos si soy capaz de traducir ese mundo sacro y oriental de tal forma que sea comprensible a mentalidades tan cristianas o ateas como las nuestras. Lo de retener el semen por ejemplo, es simplemente una abstinencia (concepto que cualquier creyente puede comprender).

Vanbrugh dijo...

"Negado" suele usarse como sinónimo de torpe o poco dotado. Probablemente me sea también atribuible, pero yo no usé la palabra tanto en ese sentido como en el de "mal dispuesto". Pasivamente hostil, sería casi adecuado. Por lo poco que sé de ella es una espiritualidad que no solo no me interesa ni entiendo, sino que no me atrae en absoluto y me cae gorda. Dudo mucho que llegue a sacar de ella nada en claro nunca.

Sí, cualquiera educado en el cristianismo puede comprender el sentido de la abstinencia. Yo la comprendo, pero no me gusta, atmpoco la cristiana. La privación, la renuncia... no las considero virtudes cristianas y sus entusiastas, sean de la religión que sean, o de ninguna de ellas, no me suscitan la menor simpatía.Como digo, temo que no soy el mejor público para la vulgarización orientalista, lo siento.

Pero en cambio agradezco mucho tu alegría al recibirme. Seguiré entrando. Un saludo cordial.

Ātman dijo...

Tu desafección, si se confirmara, sería una gran pérdida para futuros debates sobre orientalismo que podríamos tener. Llegado el caso, ya buscaría yo un anzuelo lo suficientemente apetitoso como para no perder tu participación. Un saludo.