lunes, 27 de diciembre de 2010

Los colores

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Los sentidos son los medios directos de los cuales nos valemos para percibir el mundo, a saber: el gusto, el tacto, el olfato, la vista y el oído. Se habla también de la existencia de un sexto sentido, que podría estar basado en una elaboración personal (atar cabos y proyectar una consecuencia, como ocurre con la intuición) o bien en una auténtica percepción extrasensorial como la telepatía (por ejemplo: cuando notamos que alguien nos está mirando), o como las premoniciones (por ejemplo: cuando nos acordamos de alguien que hace tiempo que no vemos e inesperadamente hace su aparición), etcétera.


No todos los seres vivos tienen los mismos sentidos ni los tienen desarrollados por igual. Cada especie ha evolucionado adaptando sus prestaciones sensoriales a las necesidades de su entorno. Las plantas por ejemplo, aun careciendo de todos nuestros sentidos, perciben perfectamente la dirección por dónde les llega la luz, o los cambios de las estaciones.

¿Cómo le explicaríamos a una persona ciega de nacimiento en qué consisten los colores?

Quizás podríamos empezar por contarle todo lo concerniente a la óptica: que nosotros vemos solamente una parte del espectro electromagnético, que la ausencia total de luz es percibida como de color negro, y la plenitud de la misma como de color blanco, que la luz blanca se puede descomponer en siete colores, que el color de cada objeto es debido al reflejo del color que no es absorbido por el mismo, que mezclando los tres colores primarios se pueden obtener todos los demás, que los objetos pueden ser traslúcido u opacos, que la luz puede ser clara u obscura, que hay colores cálidos y fríos... Pero me da la impresión de que así no entendería nada.

Mucho más próximo a su realidad, sería explicarle, que el rojo es el color de la sangre, que cuando ésta te hierve en las venas se sube a los mofletes y se te pone la cara roja de ira. Que el verde es el color de las hojas de los vegetales, de los bosques y los prados, y que no hay nada más relajante que su contemplación. Que el azul oscuro es el mar enfurecido, el océano profundo o el cielo cuando anochece, mientras que el azul claro es el mar en calma, las aguas superficiales, o el cielo de la mañana. Que el amarillo es el color del sol, el naranja el del fuego, y que junto con el rojo son los colores cálidos. Que el negro es el color de la noche, el marrón el de la tierra, y que junto con el azul y el verde son los colores fríos.

Dice Cirlot (1) que en la lógica primitiva los colores están asociados al elemento de la naturaleza que acostumbra a representarlo, o que lo presenta siempre en asociación indestructible, lo que ha permitido sugestionar para siempre al pensamiento humano.
Y también, que a diferencia de la psicología, la cual cree que las correspondencias establecidas entre los colores y los demás elementos se sustentan en causas fortuitas, el esoterismo opina que dichas correspondencias son inmutables y debidas a la acción de la realidad profunda.

Continúa Cirlot: Asociaciones derivadas que poseen una importancia decisiva, son las que siguen:

• Rojo — Sangre, agonía, herida, sublimación.
• Anaranjado — Fuego, llamas.
• Amarillo — Luz solar, iluminación, dispersión, generalización comprensiva.
• Verde — Vegetación, pero también color de la muerte, lividez extrema; por eso el verde es transmisión y puente entre el negro (ser mineral) y el rojo (sangre, vida animal), pero también entre vida animal y descomposición y muerte.
• Azul — Azul claro (cielo y día, mar sereno); azul oscuro (cielo y noche, mar tempestuoso).
• Marrón, ocre — Tierra.
• Negro — Tierra estercolada.
• Oro y plata — El oro corresponde al aspecto místico del sol; la plata, al de la luna.

Sobre la gama de los azules, desde el que se confunde con el negro, hasta el transparente del zafiro: “...por su relación esencial (y espacial, simbolismo de nivel) con el cielo y el mar, significa altura y profundidad, océano superior y océano inferior” (2). “El color simboliza una fuerza ascensional en el juego de sombra (tinieblas, mal) y luz (iluminación, gloria, bien). Así, el azul oscuro se asimila al negro; y el azul celeste, como el amarillo puro, al blanco.” (3). “El azul es la oscuridad devenida visible. El azul, entre el blanco y el negro (día y noche) indica un equilibrio, variable según el tono” (4).

"La consideración extrema de que los colores pueden reducirse a aspectos de valor positivo (luz) o negativo (sombra), se refleja incluso en teorías estéticas contemporáneas, que en vez de fundar el sistema cromático sobre los tres colores primarios (rojo, amarillo, azul), lo hacen sobre una oposición entre amarillo (blanco) y azul (negro), considerando que el rojo es el resultado de la transición indirecta entre estos dos (mediante los pasajes: amarillo, anaranjado, rojo, violeta, azul), mientras que el verde es la transición (sumativa) directa (Kandinsky, Herbin)" (1).


1.- Diccionario de símbolos (Juan Eduardo Cirlot).
2.- Psicología y alquimia (C.G. Jung).
3.- Essai sur la symbolique Romane (M. Davy).
4. - L’air et les songes (Gaston Bachelard).

Imagen: El Beso (Gustav Klimt 1907-1908) Palacio Belvedere, Viena.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Feliz Navidad


Santa Ana, con la Virgen y el Niño (Sant'Anna, la Madonna, il Bambino), Leonardo da Vinci (1510-13), Museo del Louvre.



Judy Garland - Have Yourself A Merry Little Christmas

Reflexiones de Repronto ¿Cuál es el espíritu de la Navidad?





viernes, 17 de diciembre de 2010

Perdidos en el espacio


Sin darnos cuenta, en nuestro afán de iluminar las ciudades por la noche, le enseñamos al universo entero el contorno de nuestro mundo. Tremendamente vulnerables a posibles invasiones, estos mapas revelan donde estamos y cuantos somos. Además de las obvias emisiones lumínicas, también emitimos todo tipo de información a través de las ondas electromagnéticas. En otras palabras: estamos completamente desnudos ante una eventual mirada extraterrestre.




Estoy seguro que esa vulnerabilidad algún día nos pasará factura: seremos visitados por seres superiores que tendrán intereses distintos a los nuestros y nos veremos enfrentados. Ellos podrían venir precedidos por robots teledirigidos, o presentarse en persona. Podrían ser seres blandos y acuosos como nosotros, pero con toda probabilidad, el capricho evolutivo de su mundo los habrá dotado de formas corporales y mentales muy distintas a las nuestras. La relación que se establecerá nos dejará en la indefensión más absoluta, por lo que deberemos comprender sus razones y doblegarnos a sus deseos. Pero no será fácil adivinar sus pretensiones.



Por último he de añadir que no todo el mundo piensa como yo. Hay quienes están ansiosos por encontrar civilizaciones extraterrestres, como lo demuestran la existencia del SETI, el Mensaje de Arecibo, o el Disco de oro de las Voyager.



Imágenes 1, 2 y 3: This image of Earth’s city lights was created with data from the Defense Meteorological Satellite Program (DMSP) Operational Linescan System (OLS). Originally designed to view clouds by moonlight, the OLS is also used to map the locations of permanent lights on the Earth’s surface.
Video: Ultimátum a la Tierra (The Day the Earth Stood Still) Dirigida por Robert Wise en 1951.
Imagen 4: Disco de oro de las Voyager.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Manifiesto vegano


Según Donald Watson: "El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima el uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales."


Donald Watson es miembro fundador de la Sociedad Vegana (Vegan Society)

Como buen uruguayo que soy he sido un comedor insaciable de vacuno, luego en España me pasé al cerdo y en Francia a los quesos. ¡Y qué decir de un huevo frito! Pero un buen día me revolucioné y me hice vegetariano (2004) y luego vegano (2008). Rebelde sin causa a los 17 dejé los estudios, llevé el pelo largo y fumé porros (corría el año 1977). Pero luego volví al redil, empecé a trabajar, me corté el pelo y empecé a asimilar más o menos la cultura oficial. Pasó el tiempo, envejecí, me curtí de la vida y todo parecía medianamente aceptable. Y llegó el 2002. George W. Bush acusa a Irak de constituir un «eje del mal», junto con Corea del Norte e Irán, desencadenando la Invasión de Irak de 2003 bajo pretexto de tener gran cantidad de armas de destrucción masiva y de tener vínculos con Al Qaeda. Y se me acabó el arreglo con mi cultura. Hoy vuelvo a llevar el pelo largo y creo que hay que rescatar la contracultura. El veganismo no acabará con todos los males pero es un inicio ético impecable.

Hay quién me ha comentado que le parece muy bien pero que con ese criterio también sería un crimen matar una planta. Y es verdad. Si sólo eres vegetariano no te los comes pero estás abusando de los animales que son explotados por sus secreciones lácteas, puesta de huevos o piel. Y si sólo eres vegano no estás respetando a las plantas. Pero hay una solución también para eso: ser frugívoro, es decir, comer sólo lo que las plantas nos regalan sin tener que matarlas.

Equanimal dice:

“Constatando el hecho de que los animales sienten, es decir, sufren y disfrutan de sus vidas y que éstos son desconsiderados por la mayoría de los seres humanos, de tal manera que no son respetadas sus necesidades mínimas; que diariamente son millones los animales que están privados de libertad, usados para experimentación o siendo asesinados para distintos fines; que gran parte de ello se lleva a cabo de un modo ratificado en el derecho, con la consideración de que los animales no humanos son propiedades; considerados como simples objetos de los cuales podemos servirnos en función de nuestros deseos, tradiciones, intereses o gustos; entendiendo que ello tiene su origen en una discriminación injustificada de los animales no humanos por pertenecer a otra especie”.

(La Fundación Equanimal es una organización no lucrativa que realiza activismo por los derechos de los animales)

Los mamíferos

La leche es una secreción glandular característica de todos los mamíferos. Los mamíferos son un orden de animales cuyas hembras poseen unas glándulas especiales (mamas) destinadas a alimentar a sus crías en las primeras etapas de su vida. Una vez que la cría alcanza un desarrollo suficiente para alimentarse de manera autónoma, la leche es abandonada y jamás volverá a ser utilizada en la edad adulta.
Efectivamente, el ser humano es el único mamífero que infringe esta norma: sigue consumiendo leche durante toda su vida, y con el agravante de tratarse de leche de otras especies, no la de la propia especie. En este sentido, la mayoría de los niños pierden a medida que crecen la enzima que permite digerir la lactosa de la leche, como parte natural de su desarrollo coincidiendo con el destete.
No hay que olvidar que cada leche posee una formulación especialmente “diseñada” para alimentar a las crías de esa especie. Lógicamente, el contenido de la leche de vaca no es el mismo que el de la leche humana, aunque su aspecto blanquecino pueda dar la impresión a simple vista de que todas las leches son iguales. Pero la leche humana está hecha para el metabolismo humano y la de vaca para el metabolismo de ese animal. El contenido en grasas y proteínas de la leche de vaca resulta excesivo para el ser humano, y las proporciones de glúcidos y minerales también son distintas, y además varían según la fase de la lactancia. Por otro lado, la leche sirve de vehículo de transmisión entre madre y bebé de una variedad todavía no muy bien conocida de hormonas, anticuerpos y otros factores inmunológicos.
Si se comercializase “leche humana” para consumo de personas adultas, habría que admitir (dentro de lo absurdo) que se trataría de un producto más adecuado para nuestra fisiología. Pero ¿por qué no se ha hecho hasta ahora? Probablemente porque no habría demasiadas mujeres dispuestas a convertirse en “donantes” intensivas, y se ha tenido que recurrir a los animales, que no pueden negarse a ello.

“La Leche que no has de beber” de David Román, Ediciones Literarias Mandala, 2008

En España, a diferencia de lo que sucede en otros países, no existen datos oficiales relativos a la población vegetariana. Las cifras que maneja la Unión Vegetariana Española (UVE) se remontan a 2006 y se corresponden con lo recogido en un estudio de mercado elaborado por una marca alimentaria, que indicaba que el número de vegetarianos españoles rondaba el 3% de la población total. En un balance posterior, elaborado por los nutricionistas de la UVE, esta suma disminuyó hasta el 0,8% (unas 368.000 personas) tras excluir a aquéllos que aún consumiendo pescado o pollo decían formar parte de este colectivo. De ellos se estima que únicamente el 10% sea vegetalista o vegano.


Ser Vegano es ser Revolucionario sin tener que hacer nada, pero exige contención y equilibrio pues una vez uno ha tomado consciencia es fácil caer en algún activismo violento o deprimirte y ver el mundo como un sitio horrible lleno de crueldad hacia los animales. Como el militante pro veganista en el que me he convertido he descubierto que por el sólo hecho de serlo uno se convierte en un espejo permanente en el que los demás se miran y cuestionan.

Citas de sabios

"Llegará un día en que los hombres verán, como yo, el asesinato de un animal como ahora ven el de un hombre.”
Leonardo da Vinci

"Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre. Debo realizar todavía muchas purificaciones y sacrificios personales para poder salvar a esos animales indefensos de un sacrificio que no tiene nada de sagrado. Ruego constantemente a Dios para que nazca sobre esta tierra algún gran espíritu, hombre o mujer, encendido en la piedad divina, capaz de librarnos de nuestros horrendos pecados contra los animales, salvar las vidas de criaturas inocentes y purificar los templos."

Mahatma Gandhi

"El racista viola el principio de igualdad al dar un peso mayor a los intereses de los miembros de su propia raza, cuando hay un enfrentamiento entre sus intereses y los de otra raza. El sexista viola el mismo principio al favorecer los intereses de su propio sexo. De un modo similar, el especista permite que los intereses de su propia especie predominen sobre los intereses "esenciales" de los miembros de otras especies. El modelo es idéntico en los tres casos.”
Peter Singer

“Mientras los hombres sigan masacrando a sus hermanos los animales, reinará en la tierra la guerra y el sufrimiento y se matarán unos a otros, pues aquel que siembra dolor y la muerte no podrá cosechar ni la alegría, ni la paz, ni el amor.”
Pitágoras

"¿Puedes realmente preguntar qué razón llevó a Pitágoras a abstenerse de la carne? Por mi parte yo me pregunto qué accidente y en qué estado de alma y mente estaba el primer hombre que lo hizo, tocó su boca con un cuchillo y trajo a sus labios la carne de una criatura muerta, aquel que llenó la mesa de muerte con cuerpos rancios y se atrevió a llamar comida y sustento a las que habían antes llorado, rugido, movido y vivido. ¿Cómo pudieron sus ojos soportar la masacre de gargantas cortadas y cueros desollados? ¿Cómo pudo su nariz soportar el hedor? ¿Cómo pudo ser que la contaminación no se llevó el sabor, que hizo contacto con el dolor de otros y chupó el jugo y suero de heridas mortales?"
Plutarco

"El verdadero examen moral de la humanidad, su examen fundamental (que yace enterrado profundamente lejos de la vista) consiste en su actitud ante esos que están a su merced: los animales. Y en este sentido la humanidad ha sufrido una derrota. Una derrota tan fundamental que todas las demás provienen de ahí."
Milan Kundera

"Los animales son mis amigos y yo no como a mis amigos."
George Bernard Shaw

"Suponer que los animales no tienen derechos y la ilusión de que el trato que reciben de nosotros no tiene ninguna carga moral es un ejemplo ultrajante de la barbarie y crueldad occidental. La compasión universal es la única garantía de moralidad."
Arthur Schopenhauer

"Uno de mis recuerdos más tempranos es el de las vacaciones en la granja de mi tío George donde vivía rodeado de animales interesantes. Todos ellos "daban" algo: el caballo de la granja tiraba del arado, el caballo más pequeño tiraba del carro, las vacas "daban" leche, las gallinas "daban" huevos y el gallo era un "despertador" muy útil; no me daba cuenta en ese momento de que también tenía otra función. La oveja "daba" lana. Nunca podía comprender qué "daban" los cerdos pero parecían criaturas tan amistosas... siempre alegres de verme. Entonces, llegó el día en que uno de los cerdos fue matado: todavía tengo recuerdos vívidos de todo el proceso —incluyendo los gritos. Por supuesto... decidí que las granjas —y los tíos— tenían que ser reevaluados: la idílica escena no fue otra cosa que muerte en cadena, donde los días de cada criatura eran numerados en el momento en el que dejaban de ser útiles para los seres humanos."
Donald Watson

"Ama a los animales: Dios les ha dado los rudimentos del pensamiento y gozo sin problemas. No disturbes su gozo, no los hostigues, no los prives de su felicidad ¡No trabajes contra las intenciones de Dios! Hombre, no te vanaglories de tu superioridad ante los animales; ellos son sin pecado, y tú, con tu grandeza corrompes la tierra con tu aparición en ella, y dejas el rastro de tu estupidez tras de ti. Ah! Es la verdad de casi todos nosotros."
Fyodor Dostoyevsky

"A los seres humanos les gusta matar, ya sea matarse entre ellos o matar, en lo profundo del bosque, a un inofensivo ciervo de ojos brillantes o a un tigre que ha cobrado su presa de ganado. Atropellan deliberadamente a una serpiente que se halla en el camino; arman una trampa y en ella caen un lobo o un coyote. Personas bien vestidas salen riendo provistas de sus preciosas escopetas y matan a pájaros que recientemente estaban llamándose unos a otros. Matar por lo que llaman deporte, matar para comer, matar por el país de uno, matar por la paz... no hay mucha diferencia entre estas cosas. Justificarlas no es la respuesta. Sólo hay una: no matar."

Jiddu Krishnamurti

"Primero fue necesario civilizar al hombre en relación con el hombre. Ahora es necesario civilizar al hombre en relación con la naturaleza y los animales... en las relaciones entre el hombre y los animales, las flores, y todos los objetos de la creación, hay una gran ética. Una ética, apenas percibida como tal, que a la larga saldrá a la luz, y será el complemento de la ética humana."

Victor Hugo


jueves, 9 de diciembre de 2010

La nube y la carretera

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Es un día claro y azul. Dos jóvenes guardabosques andaluces contemplan una solitaria y bien delimitada nube blanca que asciende por la ladera. Su trayectoria hace que ésta se dirija derecho a la cabaña. No pueden dar crédito a lo que está ocurriendo: La nube blanca se ha deslizado dentro de la casa y ha quedado atrapada. Ahora, en la cabaña está nublado y afuera brilla el sol. Rodeados de montes y aislados del mundo, han sido testigos de un hecho digno del pasaje de un cuento para niños. Un acontecimiento fortuito, lleno de belleza, ensoñación caprichosa y encantador sin sentido.

Un chico muy joven conduce por la noche a gran velocidad, le acompaña un amigo y a ambos les espera un largo camino. La carretera es peligrosa, llena de curvas y trazados inesperados. En la soledad de la ruta nuestro conductor tiene la suerte de alcanzar a otro automóvil, es un coche deportivo con matrícula extranjera y lleva una velocidad parecida a la suya. Decide no adelantarlo, mantenerse a cierta distancia con objeto de dejarse guiar, descansar y rebajar la tensión del viaje. De esta forma pasan varios kilómetros tras lo cual el deportivo disminuye la velocidad al tiempo que encendiendo sus intermitentes transmite una señal inequívoca de que desea ser adelantado. Ahora se han cambiado las tornas y es el chico quien guía al extranjero. Pasan otros tantos kilómetros y nuestro joven conductor decide que ya ha terminado su turno indicando a su seguidor que él también desea ser adelantado. Se establece así un acuerdo tácito según el cual los dos veloces conductores se van a ir alternando en el liderazgo del viaje. Pero el caso es que pendiente de ese juego, entre divertido y curioso, nuestro personaje ha descuidado mirar el indicador de su depósito de gasolina y el coche se queda sin combustible. El deportivo extranjero desaparece en la lejanía, mientras él se aparta al arcén. El amigo que lo acompaña propone hacer autostop y en muy poco tiempo consigue detener un vehículo y hacer que le lleven hasta la gasolinera más cercana. El joven conductor se queda sólo. Es muy tarde y la carretera está desierta. Es noche cerrada, sin luna ni estrellas y no se distingue luminosidad alguna.Todo es oscuridad, excepto el tramo de carretera que iluminan los faros del coche. Hace un rato ya, que su amigo se ha marchado, cuando cree escuchar unas voces lejanas. Parecen provenir del campo ¿pero de dónde? ¡si allí no hay nada! Las voces se repiten y ahora sí, las escucha perfectamente. Asustado y asombrado de lo que está ocurriendo recuerda que la puerta del maletero (desde la que se tiene acceso al resto del coche) está abierta y armándose de valor decide bajarse a cerrarla, regresar rápidamente y asegurar el resto de las puertas. Su coche ya es hermético, se siente más tranquilo y permanece expectante por lo que pudiera ocurrir. Las voces son lastimeras, lejanas, y se suceden a intervalos de unos pocos minutos, pero no se ve ni ocurre nada. En eso, llega un coche de la guardia civil. El muchacho les cuenta lo sucedido pero, para que no lo tomen por loco, omite mencionar el asunto de las voces. Puestos al corriente de la situación los agentes están a punto de marcharse cuando se vuelven a oír las voces. El joven conductor está embargado por la emoción pues ve cómo, delante de él, los guardias civiles también han oído las voces y se internan en el campo con sus linternas. El enigma está a punto de revelarse porque en ese momento y gracias a la tenue luminosidad del alba comienza a divisarse la silueta de un camión que permanecía volcado unos metros más allá. —Las voces no eran otra cosa que las llamadas del conductor accidentado pidiendo auxilio—. Tras el amanecer todo se resuelve: el conductor del camión es rescatado y trasladado en ambulancia, el amigo llega con la gasolina y los guardias civiles aunque enfadados con nuestro héroe (pues sospechan acertadamente que éste debió de oír las llamadas de socorro pero no hizo nada) ayudan a empujar el coche que no puede arrancar porque se ha quedado sin batería.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una época negra

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James Dean at Times Square (Dennis Stock, 1955).

Era un día frío y desapacible, sentía las articulaciones rígidas y el corazón helado, el mundo estaba en crisis y sus convicciones se tambaleaban. La economía le había obligado a darse de baja de ciertas prestaciones que le generaban unos gastos que ahora no podía permitirse, pero eso no era lo importante. Vivía en un país desarrollado, aquí nadie se moriría de hambre ni habría guerras, aunque sobre su territorio sobrevolaran los restos del naufragio inmobiliario y la quiebra financiera, así como el tránsito de esos ciudadanos secuestrados y llevados a sitios oscuros para ser torturados en nombre de la seguridad. Le dolía el mundo y todo le parecía gris y deleznable. Los grandes machos tribales estaban actuando sin compasión porque, qué compasión se puede sentir por los más débiles, tan numerosos, extraños y a veces incluso enemigos declarados. La cuerda se había tensado y los de siempre ya estaban pagando las consecuencias. Todo estaba muy claro, excepto el cielo, que traía esos nubarrones tan negros.