martes, 9 de abril de 2013

Todos detrás de Momo



El cuello de botella - Todos detrás de Momo (1971)

Los Olimareños es el nombre del grupo de canto popular uruguayo formado por Pepe Guerra y Braulio López hacia 1962, el cual tuvo una extensa trayectoria internacional y una prolífica producción discográfica. Su nombre tiene relación con haber nacido en la ciudad de Treinta y Tres (Uruguay), a orillas del río Olimar. En los años sesenta, fueron parte del primer movimiento del canto popular uruguayo, junto a Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, José Carbajal, Numa Moraes, entre otros. La letras de sus canciones, provenientes mayoritariamente del maestro Rubén Lena y de Víctor Lima, reflejaban "las cosas de acá", y planteaban los intereses, preocupaciones y sentires, de las personas comunes, los trabajadores, así como las situaciones cotidianas del medio rural. A pesar de tener un gran arraigo por su tierra, no eran ajenos a los movimientos sociales, culturales y políticos de América Latina. Esto los llevó a participar en distintas convocatorias internacionales, como por ejemplo, el "I Encuentro de la canción protesta" convocado por La Casa de las Américas de Cuba en 1967. (Wikipedia)

El dios Momo (en Uruguay) es el dios de la alegría, la burla, la libertad, la noche y el carnaval.

Y la letra de la canción... para qué añadirle nada; solo decirles que con los tiempos que corren, me parece "todo un clásico".

Para terminar y sin venir a cuento de nada, una de Scarlatti
(es lo bueno que tiene el carnaval)


Domenico Scarlatti - Sonata in E minor - Presto
Performed by Martha Goldstein

...Y Caminitos de tierras coloradas,
la que más me gusta de Los Olimareños




8 comentarios:

Vanbrugh dijo...

Tienen buena pinta, estos olimareños. Solo que la canción que has escogido no es el colmo de la variedad melódica... No los conocía, buscaré más cosas suyas en Spotify.

Decididamente me ha gustado más el amigo Scarlatti. Qué maravilla.

Ātman dijo...

No sé si te gustarán, Vanbrugh. Son “demasiado canción protesta” para mi gusto, cosas que en su momento se oían con placer ahora chirrían un poco/mucho, aunque tienen algunas joyitas no reivindicativas y poéticas como “Caminitos de tierras coloradas” que no pude encontrar para ponérosla.

Grillo dijo...

Me gustan los Olimareños (¿no se debe escribir con mayúscula?), pero tiene razón Vanbrugh: esto del cuello de botella parace bastante monótono, poco variado en lo melódico.
Es que yo a partir de ahora me fio absolutamente de cualquier opinión musical de Vanb. Creo que se ha ganado esa confianza sobradamente.

Sin embargo, tus posts, Ataman sí que son variados. Nunca sabe uno por dónde vas a salir. Óle tú también.

Caruano dijo...

Poco conozco de los autores e intérpretes uruguayos que mencionas, pero para eso estoy aquí, a ver si lo remedio. Y, para los tiempos que corren, más dosis de canción "protesta" no vienen mal.
Suena bien ese "Caminito de tierras coloradas".
Es un buen archivo de m´´usica el Grooveshark, ¿verdad?.
Abrazo.

Ātman dijo...

Hola, Grillo. Vanbrugh nos tiene a todos admirados con varias de sus virtudes, reverenciamos sus opiniones musicales, pero también su corrección ortográfica. Aquí seguramente el maestro se está refiriendo exclusivamente a la procedencia geográfica de los cantantes, es decir, a su pertenencia natal, y originaria de su nombre: el río Olimar (aunque también puede ser una errata, que alguna que otra vez le hemos pillado). La falta de melodía de El Cuello de Botella seguramente se debe a que es una canción compuesta para el carnaval por un anónimo, y tiene ritmo de murga. Tampoco estoy muy seguro, pero creo que Los Olimareños son más intérpretes que compositores.
Por cierto, Grillo, no comenté en tus dos últimos post pero los leí con gran atención y quedé fascinado por tus andanzas y con la cantidad de gente interesante con las que te has codeado, además de descubrir que eres “todo un dibujante”, tú sí que te mereces un olé.

Ātman dijo...

Hola, Caruano. Sí que me ha gustado ese Grooveshark, gracias a ti lo descubrí y seguro que no será la última vez que lo utilice.
La canción protesta vendría bien, ¡otra vez! Si antes fueron las dictaduras, ahora habría que protestar contra las prácticas poco democráticas o directamente criminales de nuestros políticos. Lo que pasa es que las músicas exclusivamente reivindicativas tienen más probabilidades de envejecer mal, y eso es lo que me pasa a mí con la mayoría de las canciones de aquella época, que creo que han envejecido mal.
Un abrazo

Vanbrugh dijo...

Eso de maestro no lo dirá usté por mí, ¿verdá?

Ātman dijo...

Es un poco en guasa, un poco en serio; disculpe si le he sonrojado u ofendido.