lunes, 23 de enero de 2012

Los abandonados

.
Cuando llegó Chiquita teníamos dos perros grandes y ella era cachorrita, de ahí el nombre que ya no cuadra pues ahora es la segunda más grande en el ranking. Un día estábamos entrando las bolsas de la compra y aprovechando que estaba la puerta abierta se nos coló dentro. La zona en que vivo está muy próxima al monte, es un sitio donde es habitual el abandono de perros y ya nos hemos acostumbrado a verlos pasar, asustados, sucios y hambrientos pero siempre inofensivos. Chiquita debía haber sido una recién abandonada pues estaba perfectamente limpia y alimentada. Era muy graciosa y no pudimos negarle el asilo que casi ni ella misma había solicitado.

De izquierda a derecha: Larga, Rojito, Mamita y Bebita

Con Rojito y Larga ocurrió que una vecina apidándose de ellos, pero sin llegar a la adopción, se preocupó de que no les faltaran agua y comida. El resultado fue que los perros dejaron de vagabundear y se hicieron habituales del barrio. Conocían tus horarios y estaban atentos para venir a saludarte, mordisqueándote las manos y demostrando su alegría con los rabos. A estos dos se sumó después una tercera que por el aspecto de sus mamas acababa de ser madre. Al final todos los vecinos estábamos encariñados con ellos, pero nadie se decidía. Nosotros, los días de lluvia los dejábamos entrar para que se resguardaran y por la mañana les abríamos la puerta y salían escopetados a sus quehaceres perrunos. Hasta que un día decidimos que ya estaba bien de tanta indefinición, los perros venían cada vez más flacos, sucios y pulgosos, y los adoptamos con todas sus consecuencias.

En el veterinario. En segunda fila la que faltaba: Chiquita

Por último y para mi sorpresa, una noche de frío y lluvia oí gemidos en el jardín (para entonces los perros ya dormían dentro), eran las cuatro de la madrugada y me encontré con los cuatro cachorritos que Mamita había tenido al raso y que habían encontrado y seguido el rastro de su madre hasta la casa. De golpe ya teníamos ocho perros. Teniendo en cuenta que siempre tuvimos perros pero que habíamos decidido no tener más, el capricho del destino nos había gastado una bonita jugada.

No obstante, de los cuatro cachorritos conseguimos regalar tres, por lo cual ahora "solo" tenemos cinco.



14 comentarios:

Miroslav Panciutti dijo...

Comprobar que le gente sigue abandonando perros no deja de indignarme. Que haya otros como tú que los acogéis es algo, en cambio, que atenúa el disgusto. Te felicito.

Ātman dijo...

El abandono de perros, Miroslav, tiene dos vertientes. La primera y más evidente es la económica: en pleno período de crisis algunos propietarios no pueden costear los gastos que les ocasionan sus mascotas, o incluso peor: ellos mismos se quedan en la calle. La segunda es la necesidad de suministrarles un espacio físico, y por eso las fechas más comunes de abandono suelen darse durante los períodos vacacionales cuando el propietario hace planes que no los incluyen y a la vez no sabe dónde meterlos. Y son esas mismas dos razones por las que en casa ya no queríamos más perros. Yo ya tengo 52 y ahora me veo comprometido a custodiarlos hasta los 67, pues la esperanza de vida de un perro suele ser de 15 años, y por otro lado y con la crisis, después de haber ido recortando gastos que suponen una pérdida considerable de confort, resulta bastante incongruente dedicar unos dineros nada despreciables en alimentación y veterinario. ¡Ah!… ¡Pero qué agradable es llegar a casa y ser saludado (a veces incluso irrespetuosamente) por cinco lobitos de lo más cariñosos y agradecidos!

C.C. dijo...

Atman, tus perritos son tan feos que son para "comérselos". No me extraña que tú, tu familia y la gente de tu barrio os encariñasteis con ellos.

¿ Has pensado en contactar una SPA u organización similar en tu vecindad (las colonias inglesas siempre montan proyectos recaudando dinero para animales abandonados)que te apoyaría con los piensos y los gastos veterinarios ?

Dante Bertini dijo...

por aquí están pensando en perseguir a los que tienen mascotas sin pagar los debidos "impuestos":
una desgracia sumada a la crisis.

En cuanto a vuestra sensibilidad y cariño, los agradezco casi tanto como ellos...

Caruano dijo...

Muy guapos tus perros.
Un fuerte abrazo.

Ātman dijo...

Hola, CC. Te corrijo, porque sé que te gusta ir perfeccionando tu español: Son feos pero “están” para comérselos. Y no creas, que si sigue esta crisis estoy por olvidarme de los vegetales y comérmelos cruditos. Lo que dices sobre alguna asociación de ayuda es una buena idea sobre la que no había pensado.

Ātman dijo...

Hola, Dante. No sabía que existieran impuestos por tenencia de perros. A los míos los vacuné y les puse su respectivo microchip bajo la piel con lo cual han quedado matriculados y con la ITV recién pasada, cosas todas ellas obligatorias y reglamentadas, que no todo el mundo realiza, pero que no me parecen mal precisamente porque creo que los dueños deben responsabilizarse de sus mascotas.

Ātman dijo...

Gracias, Caruano. No creo que ganáramos ningún concurso de belleza, pero para mí son los perros más bonitos del mundo.

Otro abrazo para ti.

C.C. dijo...

Gracias, Atman, haces muy bien en corregirme. Grillo lo hace también y siempre le estoy agradecida.

APA son las siglas correctas para las asociaciones en cuestión, como pude averiguar ayer en Internet. Hay varias en Murcia. Estoy casi segura que te ayudarán si tienes apuros con tus mascotas. Y si no, habrá que publicar un artículo en la prensa local. Creo que tu caso sale fuera de lo común y podría interesar a la gente.

Un beso en cada uno de los ocho hocicos de mi parte.

Ātman dijo...

He estado mirando algunas páginas APA (asociaciones protectoras de animales) y otras específicamente de adopciones, pero más que ofrecer ayuda la piden. Tengo un amigo que colabora en una casa de acogida y si acaso puedo preguntarle a él, pero dudo que vayan a ayudarme. Es muy gracioso, este amigo “todo un arquitecto”, un día en una reunión le preguntamos que qué había hecho el fin de semana: —Estuve en la residencia para perros. Nos dijo, tras lo cual soltamos una carcajada pensando que nos tomaba el pelo, a lo cual respondió: —Eso pasa por decir la verdad.

Tus besos serán entregados a cinco de los protagonistas del post, pues tres de ellos fueron regalados a desconocidos y nunca sabré en qué terminaron sus vidas.

Lansky dijo...

los perros son preciosos y me llegan al alma. Otra cosa son los nombers que les han puesto...

Ātman dijo...

Bienvenido nuevamente, Lansky, y espero tener que decirlo por última vez. Voy a ver si como dice Vanbrugh hay que saber tratarte. Ya sabes que gracias a ti hoy soy bloguero, que siempre me interesó tu blog y el personaje tan auténtico (simpático/antipático) que interpretas. Voy a fumarme una pipa de la paz contigo y que Dios me pille confesado. (Todo lo cual no quiere decir que yo no sea menos intratable).

La verdad es que no les pusimos nombres sino que fueron saliendo solos en la medida en que teníamos que llamarlos de alguna forma. Siempre me pasa igual con los perros que adopto de la calle, me parece que ellos ya son alguien y que es irrespetuoso ponerles algún nombre. Pero no solo acepto la crítica sino que la comparto.

Grillo dijo...

Átman,

anda por la región de Murcia, por Torres de Cotilla, una señora o señorita acérrima defensora de los derechos de los animales que debe tener recogidos casi un centenar de parros y gatos.

Irene Foster. Tal vez la conozcas.

Ātman dijo...

No la conozco, Grillo. Sé que hay grandes amantes y grandes benefactores de los animales. A mí me gustan y los respeto pero procuro no inmiscuirme en sus vidas por lo que se puede decir que lo que cuento en el post es bastante inesperado y no pretendido... que he sido arrastrado por los acontecimientos.