lunes, 5 de noviembre de 2012

Planeta Agua


En este momento un pez nada en las profundidades marinas. Sus ojos siempre abiertos no pierden detalle, por sus agallas respira y sus músculos contornean su cuerpo para imprimirle impulso. Jamás ha visto nuestro cielo y aunque alguna vez saltó fuera del agua no pudo percibir gran cosa.




Su estirpe es muy antigua, ellos fueron los primeros en desarrollar una espina dorsal que organizaría magistralmente el sistema nervioso —todos los vertebrados les debemos esta innovación—. Los hay de todos los tamaños y algunos tienen formas ciertamente rebuscadas, pero yo me estoy refiriendo a uno grande y de forma clásica, que nada en solitario, que prefiere los suelos arenosos con praderas de algas y que cuando te lo encuentras te deslumbra con un destello de luz plateada para desaparecer inmediatamente después en la espesura. Existe un vínculo con este animal, no sé si será porque como él nosotros también venimos del agua, quizás recordemos cuando como embriones estábamos contenidos en el líquido amniótico del vientre materno, respirando agua, percibiendo el mundo exterior sin poder verlo, oyendo los sonidos en tono grave, moviéndonos con lentitud en un medio tanto más denso que el aire, sintiendo el transcurrir del tiempo a otra velocidad, pensando torpemente, sin la viveza de los seres despiertos, en un mundo de agua infinita, inmersos en el oleaje, las corrientes y las mareas azules del planeta Tierra... o más bien habría que decir, del planeta Agua.

De la Wikipedia:

Cordados: A lo largo del Devónico aparecieron y se diversificaron los peces sin mandíbulas, siendo los primeros Vertebrados conocidos. Hacia el final de este período (hace unos 360 millones de años) existían ya los principales linajes de peces y aparecieron los primeros tetrápodos (anfibios). Los reptiles aparecieron durante el Carbonífero, los mamíferos al final del Pérmico (hace más de 200 millones de años), y las aves al final del Jurásico (hace unos 145 millones de años)
Notocorda: La notocorda, notocordio o cumerda dorsal es un cuerpo flexible con forma de vara que se encuentra en los embriones de todos los cordados. Se compone de células derivadas del mesodermo y de las que definen el eje primitivo del embrión. En los cordados inferiores, persiste durante toda la vida como el principal apoyo axial del cuerpo, mientras que en los vertebrados (cordados superiores) la columna vertebral toma su lugar. En el desarrollo embrionario humano el notocordio induce la formación de un surco en el ectodermo (surco neural) que se pliega hacia adentro y luego se cierra para convertirse en el tubo neural, el precursor del cerebro y de la médula espinal.


Boccherini Cello Concerto No.7 in G major, G.480: Allegro







4 comentarios:

C.C. dijo...

Gracias, Atman, por este post, y gracias a la posidonia oceanica a la que debo mi cerebro y mi médula espinal.

Tienes instinto de profesor,¿ trabajas en la enseñanza ?

Ātman dijo...

Gracias, CC. ¿Lo dices porque aprendes conmigo? Si fuera así, para mí sería toda una satisfacción. Pero me da la sensación que lo de los cordados y el cerebro te lo sabías. En realidad el post lo empecé con la idea de escribir sobre el símbolo del pez como “inconsciente” y al final me quedé en la parte más científica y superficial, aunque no tanto, ya ves que la ciencia tradicional apunta a donde la psicología profunda también llega por otros caminos, el desarrollo embrionario, el desenvolverse de la evolución y la construcción de la consciencia desde los orígenes animales más primitivos. La enseñanza hubiera sido una preciosa dedicación si no requiriera haber tenido que estudiar alguna disciplina previamente, para "saber" y después transmitir el conocimiento, cosa que siempre me ha dado mucha pereza.

Anónimo dijo...

Entonces quedamos en talento sin vocación.

De joven leí a Teilhard de Chardin y su teoría de la evolución. Muy convincente. Hoy me pregunto ¿ dónde están las pruebas fósiles que apoyarían su teoría ?

Mañana vuelvo para escuchar a Jung.

Ātman dijo...

Gracias, CC. En cuanto a las pruebas, tienes la de los fósiles vivientes: el desarrollo embrionario dándonos pistas de cómo las especies pudieron haber evolucionado. (aunque he leído que esa comparativa no está de moda entre los científicos ¡ellos sabrán por qué!).