martes, 28 de mayo de 2013

Algunos cazadores...

no tienen corazón, sino una viscera podrida.

Este post queda declarado por mí como no apto para menores, y para los mayores, advertirles, que las imágenes que vienen a continuación son realmente duras.

Acabo de visitar el blog Mis galgas, yo y the ruby slippers y estoy indignado... pero indignado de verdad. Me dan ganas de salir a desquitarme contra algo, no sé contra el qué, por la sensación de impotencia y rabia que me ha dejado. Me gustan los animales, "no me como" a los animales y como algunos de vosotros sabéis, además, tengo cinco perritos adoptados de la calle. No suelo denunciar el maltrato animal de manera descarnada, pues me parece ofensivo para la sensibilidad de las personas, empezando por mí mismo. ¿Pero cómo tomar consciencia de lo que ocurre si miramos para otra parte?

Yo sabía, aproximadamente, lo que publica dicho blog:

Según cifras manejadas por la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (Apdda), cada vez que termina la temporada de caza en España 160 galgos son abandonados, arrojados a pozos, o ahorcados diariamente.

Pero claro, no es lo mismo saberlo que verlo.

Los cazadores que actúan así, por decirlo suavemente, son unos enfermos mentales. Me hacen acordar a esa despiadada falta de sentimientos que debían de padecer los culpables del exterminio nazi. ¡Cómo se puede compartir una afición con tan útiles animales y cuando éstos ya no te sirven deshacerte de ellos de una forma tan odiosa! ¿Es que ese perro no fue leal a su amo? Pues claro que sí, cualquiera que tenga perros sabe de sus lealtades; se trataría más bien de que por ser éstas unas criaturas tan nobles, sus dueños deben de sentir una envidia enfermiza, lo que les llevaría a actuar directamente en contra de ellos. Estos cazadores que de momento actúan así —tan impunemente—, tendrán familia, hijos, amigos, una profesión y un saber estar en la sociedad, por lo que seguramente serán apreciados... pero tras la fachada habita satanás.











10 comentarios:

Alberto el de las galgas dijo...

Comprendo tu indignación, es dramático, como lo es lo que se observa en esas fotos. Yo hace tiempo que decidí no pedir perdón o avisar por esa clase de fotos, aunque no estoy diciendo que sea esto lo adecuado, simplemente pienso y creo profundamente, que esas durísimas imágenes, tienen que ser vistas y si te causan horror o dolor... ¡Bien! Sería terrible que no fuera así. Y por mucho dolor que te causen, nunca será comparable al dolor que sienten ellos. Tienen que se vistas. Como se tienen que ver las fotos del holocausto, el hambre en África y mil cosas dramáticas más. Llevo años poniéndolas en mi blog, cosa que me molesta mucho y desde el primer día, pero aún hoy, mucha gente no se entera de que esto sucede impunemente en este país. Aún me paran en la calle muchos días cuando voy con mis galgas y se sorprenden cuando les cuento que son abandonados, maltratados y asesinados, cada día y especialmente al finalizar cada temporada de caza. La gente debe saberlo. Y yo estoy muy harto de esa gente que disfrutan cazando y asesinando a sus propios perros, y creo que se me nota :)

Muchas gracias por difundir esas fotos.

Abrazos.

Lansky dijo...

¡AGGH, cómo detesto a estos cabrones!!

Y sinceramente, creo que si son capaces de hacer esto con estos animalitos pueden hacérselo -si las circunstancias se lo permiten (en las guerra afloran los sádicos impunemente)- a las personas.

Junto a mi pueblo he liberado un galgo: le había colgado lo suficiente para que aduras penas se apoyaraa con las patas de atrás y así durara más su agonía. Tarados

Ātman dijo...

Gracias, Alberto. Yo tampoco sé cuál es la mejor manera de tratar estos temas. Con la publicación de tus fotos se me ha afeado el blog, pero creo que le ha dado nuevos bríos. Acordarnos de que en el mundo ocurren cosas y hay personas monstruosas, nos hace recuperar cierta tensión emocional que consigue que adoptemos una postura más erguida y lúcida, y no un cuerpo flácido y disminuido (me hace acordar a las asanas del yoga y cómo mi profesor recomendaba su correcta realización: El cuerpo debe estar activo pero relajado, inmóvil pero funcionando, y la mente dentro y silenciosa). Bueno, tampoco sé si me he expresado con claridad, pero que sí, que ha sido una buena cosa haberme horrorizado con la visita a tu blog. Ojalá se endurecieran las penas para los asesinos de animales y la sociedad en pleno se sensibilizara ante el trato que obtienen de nosotros los animales en general.
Otro abrazo para ti.

Ātman dijo...

Bravo, Lansky. Es de notar que en los pueblos, donde todo se sabe, también actúan los cazadores así, impunemente.

Vanbrugh dijo...

No tengo palabras, se me revuelve el estómago. Algo había oído, pero no es lo mismo que ver estas fotos.

Estoy convencido de que alguien capaz de hacerle esto a un perro -¡a su perro!- es también capaz de hacérselo a un ser humano.

Me gustaría mucho tener unas palabras con alguno de estos verdaderos monstruos. Solo palabras, de verdad, a mí no me gusta la violencia. Para tratar de asomarme a la inimaginable mierda que debe de haber en sus mentes. Para intentar entender...

Y luego, claro, que se pasaran muchos años en la cárcel.

Ātman dijo...

Cuánto me alegro, Vanbrugh, saber que os ha causado similar malestar que a mí. La insensibilidad social es bastante generalizada y las leyes de protección animal excesivamente blandas; a nuestro delincuente seguramente le sería considerada su acción como una falta y no como un delito, nada de cárcel, seguramente una pequeña multa y ya está. Nos imaginamos al maltratador de animales como a un bruto sin cultura, pero te puedo asegurar que entre personas con formación universitaria ocurre lo mismo, “auténticas atrocidades sin nombre” se cometen en aras de la investigación médica y cosmética, en los laboratorios, y con todo tipo de animales. Sí, es probable que encontrar un medicamento o un cosmético, justifique el empleo de la crueldad, pero para el cazador, en su lógica de considerar a los animales como a cosas de las que servirse sin otro miramiento moral, asesinar a su perro es una forma más de deshacerse de algo que ya no le sirve. ¡Maldita lógica!

C.C. dijo...

Repugnante. Con este post pierdo un trozo más de mi inocencia. No sabía nada de este tipo de atrocidades por parte de los cazadores. Me he permitido publicar esta entrada en Facebook o mejor dicho el enlace a este, tu blog. Espero que va en tu sentido.

Ātman dijo...

Repugnante y para perder un un trozo más de nuestra inocencia. Así es, CC. Me parece muy bien que lo hayas compartido en Facebook. Os agradezco a todos vuestra sensibilidad en contra de estos comportamientos... dignos de una película de terror y asco.

Caruano dijo...

Conocía esas prácticas... no sé como calificarlas ( definirlas como atroces me parece quedarse corto). Yo también tengo la suerte de poder albergar en mi casa a perros y gatos rescatados de una muerte segura. Y me gustaría conocer a quienes los abandonan y maltratan para ponerlos en evidencia. Qué menos.

Ātman dijo...

Hola, Caruano. Conozco tus perros por las fotos que publicaste hace ya algún tiempo, se veían estupendos. Calificar las prácticas que aquí se denuncian, admite un montón de adjetivos, si quien las realiza lo hace de una forma inconsciente podrían calificarse como imbecilidades, pero si son conscientes no queda otro remedio que calificarlas como satánicas, enfermizas y criminales.