Cuando nos sentimos mal acudimos al médico y éste, lo primero que hace es intentar averiguar qué es lo que anda mal. Tras habernos escuchado seguramente nos pedirá que realicemos algunos análisis químicos o radiografías, nos tome el pulso o nos osculte, etcétera. En nuestro cuerpo algo se ha roto y hay que averiguar el qué, hacernos una idea del cuadro sobre el que se tendrá que intervenir y decidir si hay que inmovilizar alguna zona, si hace falta la cirugía o si es necesario reforzarnos químicamente con algún medicamento. Pero los males sobre los que os voy a hablar, no serán los que conciernen al cuerpo, sino al alma.
El descubrimiento del Secreto de Melusina, de Le Roman de Mélusine
Una de las dieciséis pinturas hechas por Guillebert de Mets cerca de 1410
La psicología es esa ciencia (sí, sí, aunque a algunos les cueste admitirlo: Ciencia), que al igual que lo hace la medicina corriente, se encarga de tratar de averiguar qué le ocurre al paciente y actuar sobre su mal, es decir: sanarlo. A tal fin y teniendo una teoría previa sobre lo que es un estado anímico saludable, en primera instancia se debe diagnosticar cual es ese mal. Como cuerpo y espíritu van más ligados de lo que cabría suponer también hay una psicología que no ignora la parte física del mal, ésta es la psiquiatría, la cual además de tratar psicológicamente al paciente suele adjuntar algún tratamiento químico (habitualmente sedantes).
Y ya hemos llegado donde quería: Para saber qué le ocurre al paciente, la psicología ha adoptado algunas herramientas de sumo valor, entre las cuales la más conocida y eficiente se basa en la asociación de ideas. Es ésta una técnica que al igual que los rayos X permite ver más allá de lo humanamente posible. Jung, en su libro Los Complejos y el Inconsciente, nos cuenta un caso real que nos permite comprender la naturaleza de la enfermedad mental así como su tratamiento.
El caso de la muerte de su hija
La paciente estaba internada en un psiquiátrico y diagnosticada de esquizofrenia (las etiquetas no suelen servir de mucho y a veces incluso más que ayudar entorpecen, pero digamos que una esquizofrenia es un desarreglo muy grave de la personalidad). La mujer había perdido a su querida hijita y eso la había llevado a un terrible estado depresivo. En principio parecería un mal adecuado a tan dolorosa pérdida pero el incisivo adiestramiento de Jung descubrió, gracias a la asociación de ideas, que allí había gato encerrado, y dejando al descubierto la verdad: Sanó a la enferma.
Se demostró: que la muerte no había sido accidental sino provocada por ella misma. La paciente había estado enamorada de un señor de la alta sociedad y siendo ella una chica humilde, con grandes esfuerzos, había conseguido renunciar a ese amor y se había casado con su actual marido con el que tuvo dos hijos. Quiso el destino que un buen día un allegado de ambos le explicara a la paciente que aquel hombre también estaba enamorado de ella y que había sufrido una gran consternación al enterarse de su matrimonio, de tal forma que al saber esas noticias un fuerte impulso se apoderó de ella: Deshacer su matrimonio y correr en busca de aquel amor. El caso es que dicha señora vivía en una zona donde había dos suministros distintos de agua, uno potable y otro no potable, y que mientras bañaba a sus hijitos con el agua no potable, observó impasible cómo éstos bebían agua de la esponja, de tal suerte que la niña resultó infectada y moriría poco tiempo después. Una vez descubierto el motivo de la fuerte depresión, Jung debía decidir que hacer, y decidió decírselo directamente: Usted mató a la niña y deseaba también deshacerse de su otro hijo, quien milagrosamente escapó a la muerte, para así poder romper su matrimonio e ir al encuentro de su antiguo amor. La mujer exclamó un grito y sollozando aceptó el veredicto, lo que supuso su sanación.
Por último he de añadir que el propio Jung comenta que tras haber conseguido la sanación, este caso le concerniría a las autoridades judiciales, pues mientras ella había caído en su estado mental eso la había salvado de la justicia, pero que una vez sanada y desvelado el motivo de la enfermedad todavía quedaba pendiente el asunto del asesinato.
En próximas entregas: el método de la “Asociación de ideas” y el concepto de “Complejo” y “Tabú”.
Como tú - León Felipe - Paco Ibañez
3 comentarios:
Leído y aprobado. Esperando la suite.
qué vértigo comprobar que nuestra conciencia está inundada de inconsciente...
CC:
Gracias por tu lectura y aprobación; pero sobre todo, por estar ahí.
Dante:
¡Y que lo digas! Ese otro mundo desconocido e infinitamente más extenso también somos nosotros, un enorme océano que duerme, que no se interesa especialmente por nuestras pequeñas idiosincrasias mundanas, pero que cuando se agita es muy difícil de apaciguar.
Publicar un comentario