viernes, 8 de julio de 2011

Eduardo Galeano en acampada Barcelona

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8 comentarios:

C.C. dijo...

me han robado mi comentario, gr.. vuelvo mañana.

Ātman dijo...

¡Y me ha dejado a mí con la intriga de saber de ti!

C.C. dijo...

Hola, Atman. Ya no recuerdo lo que quería decirte. Una cosa se me ocurre ahora mismo, y es que creo que es Galeano ( me fui el otro día a leer su biografía) quien como yo, sencilla ama de casa, habla del sentido común como linea política.
Esta entrevista debería de publicarse integralmente en las noticias de TV española a las 21:00 horas para que todo el mundo se entere
Me hace sonreír la mujer en el fondo o detrás de él (¿su esposa?).
Parece que le está diciendo "deja ya de enrollarte como siempre".

Ātman dijo...

Hola, CC. Me alegra que te haya gustado el video de Galeano. La entrevista es una charla muy próxima y todo lo que dice lo podemos suscribir con ese sentido común del que hablas. Me ha gustado mucho su rechazo por esos intelectuales que tienen disociada la cabeza del cuerpo, y la crítica a los financieros del “promedio pobreza” en este mundo al revés. La que tira de él imagino como tú que es su esposa y que como bien dices estará harta de escuchar el discurso de su entusiasta señor marido.

PENELOPE dijo...

Hermosso Galeano!

Grillo dijo...

[Átman: por lo que se lee en tu perfil creo que podrías añadir(te) el concepto de HIEROFANÍA. Es como una especie de espiritualidad láica que tal vez te sea aplicable. A veces he dudado si el concepto pidiera aplicarse también a Vanbrugh, si bien él cree definitivamente en un Dios - cristiano.]

Ātman dijo...

...y Penélope la sibilante.

Ātman dijo...

Hola, Grillo. Veo que ya sales con tu nick, en breve las técnicas blogueras no tendrán secretos para ti. Creo que sí se me puede aplicar esa tremenda palabra (me has hecho ir al diccionario). Vanbrugh y yo somos “los creyentes” del grupo, solo que Vanbrugh tiene su dogma cristiano y a mí me van todos los dogmas (todas las mitologías, la psicología del inconsciente, e incluso la ciencia vulgar y corriente). Para ser más preciso, me interesan todos los misterios en la medida en que nos afecten en lo personal, las verdades “humanas” que encierran los conceptos simbólicos que hemos elaborado sobre la naturaleza de las cosas, contrastadas con las verdades “físicas” que no siempre se corresponden con esas otras realidades místicas. Mi fe consiste en creer que sí existe una causa y una finalidad pero que éstas son inaprensibles por el intelecto y por tanto solo pueden ser intuidas, o mejor aún: “vividas”, sin más.