jueves, 21 de julio de 2011

El falo

Foto: Anonymous fresco in Pompeii, between 89 BC and 79 AD.
Museo Archeologico Nazionale (Naples), Italia.

Ella me dijo:

Pero qué les pasa a los hombres, por qué es tan difícil encontrar una pareja que te quiera con el corazón en vez de con la p…….

Y yo quise decirle que con el corazón se quiere a los amigos, a la familia… pero el amor más sagrado es el de querer con la p……. Con su queja seguramente ella ha querido denunciar que le ocurre que muchos hombres se acercan a ella sin verdaderas buenas intenciones, pero no me parece certero achacarle ese pecado al sexo —también se pueden tener malas intenciones con el corazón—, la bondad no es una cuestión de órganos. Cuando se quiere con el corazón quiere decir que queremos con el alma pero sin el cuerpo. Cuando queremos con la p……. es el amor en su máxima esencia, en él aparece el cuerpo, es capaz de generar nueva vida, y es allí donde se encuentran las verdades más profundas de nuestra propia persona, sin engaños, sin subterfugios... la auténtica razón de vivir.

8 comentarios:

C.C. dijo...

Atman, ¿qué te parece esta combinación ? : corazón + p... = amor

Ātman dijo...

Sí, claro (con tu simpleza eres capaz de derrumbar todo un edificio bien construido). Yo quería no solo desmitificar la maldad del pene, sino ponerlo en el lugar prominente que siempre tuvo y tendrá, claro que si además le ponemos un poco de corazón, la cosa mejorará enormemente, pero no le quitemos protagonismo…

C.C. dijo...

Jaaaaa, si está prominente, imposible quitarle protagonismo (perdona el cachondeo).
Pero en serio, te he entendido perfectamente. Tu defiendes a los hombres por querer mero sexo. Yo defiendo a las mujeres por querer algo más ; por ejemplo cariño, atención,comunicación, seguridad, lealdad y,y,y...
Es verdad que lo obvio es simple para no decir banal.
Hoy por aquí nubes negras, algo menos de calor pero nada de lluvia. Espero que haya caído en Murcia.

Ātman dijo...

No sé si mis premisas son falsas o difíciles de encuadrar. Mi tesis consiste en asegurar que las relaciones fundadas en el sexo son las más sagradas, las más auténticas y las más naturales. Por tanto no se trataría de mero sexo. Creo que es algo bastante más interesante y visceral, y como todo lo que reúne esas características debe ser dominado y utilizado correctamente, culturalmente (aquí le añadiríamos todos los ingredientes que tú quieras: el cariño, la buena educación, las convenciones…), pero no deberíamos despreciar su fuerza y significado.
También podríamos hablar de la maternidad, consecuencia natural de la sexualidad, en la que la mujer ejerce de protagonista y que seguramente es la causa de que mujeres y hombres tengamos visiones tan opuestas al respecto (la sexualidad femenina tiene consecuencias trascendentales mientras que la del hombre es prácticamente gratuita).

Por Murcia nada de lluvia, y mira que lo intenté con mi último post (debo perfeccionar aún más mis hechizos).

Bon week end.

Ātman dijo...

Por cierto, CC: ¿Conoces a Leonardo Boff? Hoy publica un artículo en Atrio que quizás te interese

http://www.atrio.org/2011/07/frente-a-la-crisis-cuatro-principios-y-cuatro-virtudes/

C.C. dijo...

Gracias, Atman. Pá llá voy.

Dante Bertini dijo...

estos antiguos siempre tan exagerados: con esa P mayúscula no hay quien pueda.
Parece absurdo ese querer siempre otra cosa, aunque se supone que así somos los humanos. La P (de polla, pene, pija, ¡vaya con la P!) tiene movimiento autónomo y agradece según qué visiones con su erguida contextura: ¿no es una manera clara de querer:desear?

Ātman dijo...

Yo, Dante, suscribo todas las características idealizadas que se esperan de la pareja, pero me parece que el primer mandamiento es el del deseo y la sexualidad, si no, estaríamos hablando de otra cosa, matrimonios de conveniencia, amistad, etcétera. Creo que en ese aspecto la moral cristiana tiene grandes déficits y ha convertido la pulsión sexual en algo pecaminoso en lugar de, como ocurre en el hinduismo, considerarlo como algo sacro.