viernes, 22 de octubre de 2010

Cinco películas de alma-ficción

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De entre todos los géneros hay un tipo de películas de las que disfruto especialmente, y que me he atrevido a bautizar como de "alma-ficción". Podrían ser clasificadas como películas fantásticas pero no lo son, porque en ellas lo fantástico es sólo el pretexto que sirve para crear una situación que persigue otros fines.

Las cinco películas de alma-ficción que os he traído, se rigen por el mismo patrón: En todas ellas al héroe le ocurre algo fantástico. En ¡Que bello es vivir! (1946) y Family man (2000) un ángel intercede en un momento de desesperación para concederles la visión de como habrían sido sus vidas si el protagonista no hubiera nacido (en la primera) o no hubiera roto “la” relación amorosa (en la segunda). En Atrapado en el tiempo (1993) un hombre se despierta sin motivo aparente en una eterna repetición del mismo día que vivió ayer. En ¿En qué piensan las mujeres? (2000) tras sufrir una electrocución, el protagonista puede leer el pensamiento de las mujeres. Y en Me ha caído el muerto (2008) un hombre muere y vuelve a la vida en el quirófano, a partir de lo cual puede ver el fantasma de los muertos que vagan en pena por la ciudad.

Pero el motivo de estas películas no es lo fantástico, sino la confrontación de los protagonistas consigo mismos dentro de esa nueva e inusitada realidad en la que se han visto inmersos, gracias a la cual aprenden cosas que desconocían sobre sí mismos y entonces, se opera la transformación de sus convicciones más intimas: —Nick Marshall (¿En qué piensan las mujeres?) descubre que las mujeres son muy distintas de como él las había visto siempre. —Jack Campbell (Family man) que es preferible el matrimonio con hijos a la solitaria vida de ejecutivo play boy. —Phil (Atrapado en el tiempo) y Frank (Me ha caído el muerto) que lo único que merece la pena es ayudar al prójimo y perfeccionarse a uno mismo. —Y George Bailey (¡Que bello es vivir!) que cuando sobrevienen las calamidades no se está solo, y que el hombre más rico es aquel que puede contar con sus familiares y amigos. Y por supuesto, el premio, y el final de la película es el (re)encuentro con el amor.

Imagen: Fotograma de la película: Me ha caído el muerto (de izquierda a derecha: Ricky Gervais, Téa Leoni y Greg Kinnear.

3 comentarios:

Dante Bertini dijo...

todas parecen deberle algo a "El perjurio de la nieve" de Bioy Casares, una magnífica novela corta que jugaba con las veleidades del tiempo, la memoria, lo inevitable.

Me gusta este género.

Lansky dijo...

Sí, a mi también me gustan este tipo de pelis y de relatos, aunque considero inncesario inventar un nuevo género, porque todas las pelis y relatos fantásticos y de ciencia ficción, al menos todas las de calidad, usan como 'pretexto' la peripecia del futuro o de la fantasía para hablar de cosas muy reales y del tiempo presente.

un saludo

Ātman dijo...

Dante: Qué curioso que hoy mismo Lansky hable del tal Bioy Casares en su post. ¡La red se confabula! Pero yo no lo conozco y no puedo opinar. Intuía que compartiríamos el gusto. Gracias por visitarme y comentar. Un saludo.

Lansky: En parte tienes razón. A ti que eres mitad científico, mitad literato, qué te parecería una clasificación al modo biológico —Género: Fantástico. Subgénero: Alma-ficción—. Un saludo de consenso y agradecimiento.