lunes, 7 de marzo de 2011

Diestra y siniestra

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El símbolo de la crucifixión lo expresa muy gráficamente: el hombre se halla suspendido penosamente por los clavos que lo mantienen elevado, inmovilizado, y en una situación donde su cuerpo y su espíritu están siendo dolorosamente mortificados. (Seguramente sea el precio que tenemos que pagar por haber comido la manzana de la discordia (1) y haber sido expulsados del paraíso.)


La diestra es el principio masculino, nos dice que el mundo pertenece a los fuertes y que el pez grande se come al chico; es la ley del patriarcado, la del dominio del macho y sus leyes. También es el pensamiento claro (pero estrecho) de lo consciente, donde todo tiene que tener un sentido comprensible.

La siniestra es el principio femenino, no es diabólica sino que como todo mensajero es confundida con el mal de las noticias que porta. Ella denuncia el mundo de la violencia y la crueldad, y nos dice que las cosas no son tan claras, ni tienen porqué tener un sentido comprensible, es la nebulosa del sentir inconsciente, de lo intuitivo.

Con la mano derecha nos dedicamos a destruir el mundo natural, desbrozamos los campos para dedicarlos a la fundación de ciudades, la actividad industrial y un infinito catálogo de infraestructuras al servicio de nuestras necesidades colonizadoras. También con esa mano nos disputamos el territorio entre nosotros mismos, empujamos a los más débiles a la inanición y elevamos a los más fuertes a cotas de bienestar desconocidas hasta entonces. (Algunos llegaron tan alto que se creyeron dioses, y en la creencia de la inmortalidad de su alma, mandaron construir mausoleos que les garantizasen un bienestar eterno en el más allá.)

Ante la gran actividad de la derecha, la mano izquierda permanece bastante inactiva. Se ha convertido en espectadora, pero lucha por hacerse oír señalando los excesos de su par. Intuye claramente que si no ponemos remedio, el camino emprendido termina abruptamente un poco más allá, e intenta salvar lo básico en el presente inmediato. Tiene una gran baza que jugar a medida que se aproxima la catástrofe, debe prepararse para ello, y es de desear que llegado el momento diestra y siniestra se abracen amorosamente para dar lugar a un nuevo estado de cosas.


Nota (1): Tal como señala mi comentarista CC, se trata de la fruta del pecado original y no la manzana de la discordia, perdón por la confusión.

Imagen: Signo de piscis.
Video: Actual presidente (negro y zurdo) de los Estados Unidos de América.


12 comentarios:

C.C. dijo...

Hola, Atman. Un post interesante, el de hoy también.

No sé si me equivoco, o no te entiendo bien, pero evocas "la manzana de la discordia" en relación con el paraíso. La manzana de Adán y Eva, símbolo del pecado original, no es la de la discordia. Ésta pertenece a la mitología griega.

En mi opinión, el verdadero pecado original no tiene nada que ver con el sexo, como nos hace creer la Iglesia. El verdadero pecado original fue el no conformarnos con la Creación, un mundo, un universo perfectos. Todo lo inventado por el ser humano es nocivo, de una manera u otra, para él mismo o para el medio ambiente.

Amen !

Ātman dijo...

Hola, CC. Gracias por tu valoración ¡y por tu corrección! Comparto tu interpretación del simbolismo del pecado original, aunque no así lo último que dices sobre lo nocivo de todas nuestras obras… también tenemos cosas buenas, como la compasión, la comprensión, el sentido de lo moral… creo que lo malo en nosotros son los excesos (estar robando demasiada tierra a la naturaleza, sin duda lo es).

Vanbrugh dijo...

Es interesante tu interpretación, Atman. Me surge una duda: ¿hay algún motivo para establecer precisamente así las correlaciones entre derecha e izquierda, por un lado, y principios masculino y femenino, por otro? O sea ¿por qué la derecha es el masculino y la izquierda el femenino?

Tengo más dudas y discrepancias, claro, pero temo que son demasiado de base para plantearlas sin poner en cuestión el post entero. Solo apuntaré una: ¿no hay ningún modo un poquito menos negativo de describir los rasgos fundamentales de lo que llamas principio masculino? "El mundo pertenece a los fuertes, el pez grande se come al chico..." "con la derecha nos dedicamos a destruir el mundo natural... nos disputamos el territorio... empujamos a los más débiles a la inanición..." Con la diestra ¿no construimos nada bueno, no organizamos nada, no descubrimos nada? ¿Todo lo que haces corresponder al principio masculino debe ser descrito, en primer lugar, por sus efectos negativos?

Y una pequeña curiosidad que me ha suscitado el comentario de CC: ¿dónde ha dicho quién -¿la Iglesia?- que el pecado original tuviera algo que ver con el sexo? Sinceramente, es la primera noticia que tengo de semejante cosa, y mira que llevo años siendo católico...

Ātman dijo...

Hola, Vanbrugh. Gracias a ti también por tu valoración de “interesante”, a pesar de las dudas que mencionas sobre la validez del post. He cargado las tintas sobre la derecha, tienes razón, lo que no estaría mal si sirviera de efecto compensatorio, pues lo normal es cargar sobre el otro lado, ya sabes: la izquierda es “la siniestra”, y es que creo que hay una inflación perniciosa que inclina la balanza hacia el pensamiento racional y la visión patriarcal del mundo. El lenguaje corriente así como el simbólico tienen sus reglas y razones, pero no me pidas que te lo explique porque sería ardua tarea y no sé si tendría la capacidad necesaria para hacerlo de forma convincente. Te diré no obstante, que en la comprensión simbólica del mundo, el hombre se ha percatado de la existencia de los opuestos: sol-luna, día-noche, luz-oscuridad, alto-bajo, masculino-femenino, derecha-izquierda, racional-irracional, bueno-malo, vida-muerte, etc. y les ha dado como si de matemáticas se tratara, caracteres valorativos, siendo los primeros de los pares que he expuesto de carácter positivo y los segundos negativo.

C.C. dijo...

Te aseguro, Vanbrugh, que a mí y a mis compañeras de cole católico, nos enseñaron que el pecado original, comienzo de la conciencia de la desnudez, se refería al acto sexual, y que Dios castigó a la mujer con el parto doloroso.

También debo confesar que no he vuelto a leer la Génesis desde mis tiempos escolares, así que llevo esta interpretación en mi "bagaje" desde mucho tiempo. Pero Atman y tú me dais un motivo para investigar un poco el tema.

C.C. dijo...

Atman, sí, la compasión, la comprensión, la moral son positivas, pero no son adquisiciones nuestras. Nos fueron regaladas con la consciencia. Yo me refería a inventos materiales. Busco y busco ; no encuentro ninguno que no sea nocivo para la naturaleza o la salud, por muy práctico o bonito que sea para nosotros.

C.C. dijo...

http://es.wikipedia.org/wiki/Pecado_original

¡Vaya con mis monjas e institutrices ! Leed el párrafo " Interpretaciones racionalistas del pecado original"

Ātman dijo...

A ver, cosas materiales: un hospital, una escuela, un cuartel de bomberos, un parlamento, una imprenta, el mismo ordenador que tengo delante con su internet, un orfanato, un parque natural… Hay muchas cosas que hemos inventado maravillosas CC. ¡No debes de ser tan pesimista! Vuelvo a mi idea de que lo realmente negativo son nuestros excesos, por ejemplo: si para alimentar a la imprenta cortamos todos los árboles del mundo, ésta deja de ser algo positivo.

Acabo de leer el párrafo que señalas de la Wikipedia, y sí que se menciona lo que decías: “En vista de que el texto de Génesis 3:7 muestra la conciencia de la desnudez como evidencia de la comisión del pecado original, interpretaciones antropológicas o psicoanalíticas del texto bíblico sostienen que el pecado de Adán y Eva es una alegoría del acto sexual. Se han aducido numerosos rasgos que pudieran reforzar esta hipótesis: la naturaleza fálica de la serpiente, el hecho de que los castigos impuestos a la mujer sean el parto y la sujeción de su deseo carnal al mandato del marido Génesis 3:16, y el hecho de que, tras el castigo, Adán diera su nombre a Eva "pues era la madre" (Génesis 3:20).”

C.C. dijo...

No soy nada pesimista. Me alegro de vivir ahora con todo el confort que supone. Me alegro poder cambiar ideas contigo aunque me cueste desarrollar mis opiniones por escrito. Pero reconozco que este PC mío es malísimo para el medio ambiente. Para construir un hospital, por ejemplo, hay que sacar piedras de la cantera, es decir dejar un boquete en alguna parte como en esas montañas que parecen haber sido violadas por algún monstruo.

No significa que voy a pasar de PC y hospitales.¡ Dios me libre !

Vanbrugh dijo...

Te creo, C.C. No dudo de que tus monjas y tus institrutices te dijeran esas y otras tonterías dañinas. Pero no son 'la Iglesia', ni esas tonterías su doctrina oficial ni, desde luego, nada que tenga que ver con mi fé católica ni con la de otros muchos creyentes.

¿Dónde son más útiles las piedras: en su montaña, o en los muros del hospital? ¿Qué es mejor: hospital con agujero en el monte o monte intacto y enfermos en la calle? Tú misma has dicho qué prefieres de las dos cosas. ¿Por qué, entonces, decir que es dañino sacar piedras de la cantera para construir hospitales? A mí me parece inteligente, beneficioso y útil.

Este masoquismo ecologista por el que nos ha dado últimamente... Parece que, compo precio de vivir cómodamente, hemos elegido castigarnos con un permanente complejo de ser parásitos dañinos de la Tierra... No somos sus parásitos, somos sus habitantes. No la depredamos, la usamos, que es para lo que está. Usémosla bien, desde luego, y no nos la carguemos estúpidamente, igual que no estropeamos nuestra casa o nuestro coche. Pero no demos por sentado que cualquier uso que hagamos de ella es dañino, y que la montaña tiene más derecho a estar intacta que nosotros a tener hospitales...

C.C. dijo...

Muy estimado Vanbrugh : recuerda que el quid de la cuestión fue, en mi comentario, buscar un motivo por la expulsión del paraíso. En el paraíso de la biblia (un mundo perfecto)no había necesidad de hospital. Y por favor, no tuerces mis argumentos. No tengo nada contra el progreso, ni tampoco soy ecologista (aparte de mi pequeño esfuerzo doméstico con la luz, los desechos, etc.), disfruto de todas las adquisiciones modernas, pero eso no me impide ser consciente del lado nocivo de los inventos humanos.Veo la utilidad del hospital pero también el boquete en el monte. ¿ Me sigues ?

No entiendo por qué mencionas tu fe católica.Creía haber corregido el error.

Vanbrugh dijo...

Hola, C.C. Solo trataba de dejar claro que no es la Iglesia quien nos hace creer que el pecado original tenga que ver con el sexo, con mi propio ejemplo: nunca nadie ha tratado de hacerme creer tal cosa, y he tenido tratos abundantes con la Iglesia.

Sigo sin ver por qué es nocivo sacar piedras de las canteras para construir cosas útiles, pero bueno. Sin duda que nuestras creaciones tienen a veces consecuencias nocivas, pero el de las canteras y los hospitales no me parece un buen ejemplo. En cambio sí me parece significativo de una actitud generalizada que no entiendo, la de poner en cuestión TODA la actividad humana y su presencia sobre la Tierra, y considerarla a priori dañina e injusta, en bloque. No creo que tengamos más derecho a estar sobre la Tierra, a habitarla y a 'usarla', con la inevitable modificación que supone cualquier uso, que los pinos, las gacelas o las bacterias, pero tampoco que tengamos menos. Basta ya de culpabilidades abstractas y universales que, además, no nos mueven a cambiar las conductas puntuales realmente dañinas, sino que engloban todas las conductas humanas en el mismo saco, las consideran igualmente nocivas e irremediables y solo sirven para amargarnos la vida mientras seguimos viviendo igual.